Análisis
Lo que hacen los mejores profesores universitarios
Lo que hacen los mejores profesores universitarios
Lo que hacen los mejores profesores universitarios universitarios según el artículo redactado por el analista en sistemas, licenciado Oswaldo Patricio Carrión, corrobora la versión del profesor Ken Bain, quien es director del Center for Teaching Excellence de la Universidad de Nueva York; el mismo que dice que no considera un buen profesor aquel que prepara bien a sus alumnos para el examen, sino aquel que consigue que sus alumnos valoren el aprender, obtengan un pensamiento crítico de los sucesos del mundo, siendo los estudiantes los más interesados de los problemas periódicos de todo índole, los mismos que le facilitan el interés del aprender universal de la filosofía de la vida, y a la vez son los estudiantes los que se enfrenten con creatividad y curiosidad a la resolución de problemas, donde según el autor aspira que su operatividad sea de compromiso ético, además de amplitud y profundidad en el conocimiento específico.
De todo aquello lo mejor que se puede esperar de los mejores profesores universitarios es la capacidad de pensar sobre su propia forma de razonar en la disciplina (metaconocimiento). No aspirar meramente a que los educandos hagan bien las evaluaciones, sino a "producir una influencia duradera e importante en la manera en que la gente piensa, actúa y siente". Lo cual sirve como guía al "entorno para el aprendizaje crítico natural", y que al mismo tiempo creen en el estudiante una gran confianza, que proporcione simpatía no solo entre profesor-estudiante sino con la materia. Otra ventaja que se destaca es el compromiso de estos docentes con la comunidad académica, viendo su labor dentro de la globalidad e intercambiando con su entorno ideas sobre la mejor forma de educar.
Entre algunos métodos de los mejores profesores hago referencia de dos:
El no tratar de obligar a los estudiantes a esforzarse a dar las respuestas mecánicamente.
No tratar de dar conocimiento a los estudiantes, sino de facilitar que el conocimiento sea construido por ellos, teniendo en cuenta los paradigmas que traen consigo, que pueden ser erróneos.
En el primer método se trata de no inducir al estudiante a dar una declaratoria mecánica en sus pruebas, sino más bien dejar en ellos el sabor y la sensación de lo aprendido.
En el segundo trata de llevar consigo la empatía entre los dos lados para crear la facilidad de conocimientos, siendo una guía que estimula a que la investigación sea hecha por los estudiantes más que por el profesor.
Vale la pena mencionar un texto del autor Leo Buscaglia, en su libro “AMAR APRENDER Y VIVIR”, “jamás nadie ha enseñado nada a nadie si no existe el deseo de aprender”. Esto es razonable porque la parte de interés y predisposición que pongan las personas le coadyuvará a obtener conocimientos.
De todo aquello lo mejor que se puede esperar de los mejores profesores universitarios es la capacidad de pensar sobre su propia forma de razonar en la disciplina (metaconocimiento). No aspirar meramente a que los educandos hagan bien las evaluaciones, sino a "producir una influencia duradera e importante en la manera en que la gente piensa, actúa y siente". Lo cual sirve como guía al "entorno para el aprendizaje crítico natural", y que al mismo tiempo creen en el estudiante una gran confianza, que proporcione simpatía no solo entre profesor-estudiante sino con la materia. Otra ventaja que se destaca es el compromiso de estos docentes con la comunidad académica, viendo su labor dentro de la globalidad e intercambiando con su entorno ideas sobre la mejor forma de educar.
Entre algunos métodos de los mejores profesores hago referencia de dos:
El no tratar de obligar a los estudiantes a esforzarse a dar las respuestas mecánicamente.
No tratar de dar conocimiento a los estudiantes, sino de facilitar que el conocimiento sea construido por ellos, teniendo en cuenta los paradigmas que traen consigo, que pueden ser erróneos.
En el primer método se trata de no inducir al estudiante a dar una declaratoria mecánica en sus pruebas, sino más bien dejar en ellos el sabor y la sensación de lo aprendido.
En el segundo trata de llevar consigo la empatía entre los dos lados para crear la facilidad de conocimientos, siendo una guía que estimula a que la investigación sea hecha por los estudiantes más que por el profesor.
Vale la pena mencionar un texto del autor Leo Buscaglia, en su libro “AMAR APRENDER Y VIVIR”, “jamás nadie ha enseñado nada a nadie si no existe el deseo de aprender”. Esto es razonable porque la parte de interés y predisposición que pongan las personas le coadyuvará a obtener conocimientos.
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